lunes, 1 de octubre de 2012

El azar se alía con la etología.

  

            Siguiendo al hilo de la última entrada del blog del Proyecto LIMES PLATALEA,  Espátulas Airlines, donde como siempre nos plantea cuestiones e hipótesis algo más que interesantes y esclarecedoras de este fenómeno migratorio y a la par desconocido, os traemos una crónica que a buen seguro no os dejará indiferentes en ningún sentido y os recordará vuestro paso por los aeropuertos o quizás mejor, al comandante del vuelo justo antes del despegue. Podría decir algo así:

Bienvenidos a bordo, Su Comandante Naturalista les da los buenos días. Tenemos prevista la partida a las 08:35 hora local (06:35 hora solar) del Bahía de Cádiz Airport . Nuestro primer destino sin escala será Airport Cap Spartel , en el continente africano, por el que pasaremos tras aproximadamente dos horas de vuelo. La temperatura en el exterior ronda los 17 grados y viento en calma. Durante nuestro viaje sobrevolaremos las salinas de Chiclana de la Frontera, Castillo de Sancti Pectri, Torre del Puerco y Cabo Roche, para desde aquí dirigirnos directamente al continente africano y continuar nuestro viaje hacia Mauritania y Senegal, destino final de nuestro trayecto .

        Con este relato cómico os hemos querido introducir en la verdadera historia. El azar o la casualidad han querido que nos encontrásemos en el momento y la hora oportuna. Y así ha sido. Cuando conducíamos en dirección a Cabo Roche, lugar donde nos tocaba estar ese día realizando el seguimiento de la migración de la Espátula, pudimos comprobar como un bando de esta especie se levantaban de la Salina San José y Santa Ana en Chiclana de la Frontera, donde a buen seguro habían pasado la noche. 





             Por casualidad, ilusión o esperanza miramos el reloj, eran las 06:35 hora solar (que es como se está midiendo en el proyecto). Nos paramos en el puente del cambio de sentido un instante pudiendo comprobar que en el grupo iban 27 unidades. 





       Sin más continuamos hacia nuestro destino, donde llegamos sobre las 06:55. Ya instalados y después de "barrer la costa" nos dispusimos a preparar el material óptico y  montar el equipo de fotografía. Justo en ese momento y aún sin preparar la cámara, apareció sobre el acantilado un bando que sólo pudimos contar. Iban 27 individuos. Rápidamente saltaron las alarmas. ¿Podría ser el bando de esta mañana? Nos  preguntábamos. ¿Lo habrán visto en el otro puesto?¿Que tiempo habrán tardado?¿Cuanto kilómetros han recorrido?

         Una vez llegamos a casa y con la información de la Torre del Puerco, nos pusimos manos a la obra empleando las nuevas tecnologías, para intentar ver que probabilidades había de poder demostrar la velocidad de vuelo de estas aves en su migración postnupcial hacia sus cuarteles de invierno. Bueno los resultados son, a nuestro modesto entender, algo más que una hipótesis.

        El bando observado por la mañana saliendo del dormidero había tardado 25 minutos en recorrer 17,5 kms. hasta alcanzar la Torre del Puerco, donde fueron registrados a las 07:00 hora solar. A las 07:07, es decir, 7 minutos después y unos 5 kms. de distancia desde el punto anterior, pasan por encima de mi ubicación en Cabo Roche adentrándose en dirección a Cabo Espartel volando a media altura. 





            La velocidad de crucero del bando se establece en:
                                                           42 kilómetros/hora *         


*Nota:  La mayoría de las aves tienen una velocidad de crucero entre que oscila entre los 30 y 50 Km./hora


              La distancia total para este bando hasta tocar tierra es de algo más de 81,5 kilómetros, lo que se traduce en un tiempo aproximado de 2 horas en alcanzar las costas de África. Eso sí, éstas estimaciones solo serían válidas, en principio, manteniendo la velocidad y con las mismas condiciones atmosféricas. Tal como se desprende de Torre Bermeja y las Espátulas espumadoras, si además, realizando un vuelo rasante durante su trayecto por el mar pueden ahorrar un 20% de energía, eso se traduciría en un menor desgaste, lo que implicaría el aumento de la capacidad de continuar en su recorrido antes de realizar la primera escala africana. Ciertamente las distintas hipótesis a las no pocas preguntas nos inundan, pero no cabe la menor duda que son un magnífico punto de partida.

        

1 comentario:

  1. Hola Jose Mª!! Ya veo que esto de medir las velocidades de los bichos te entusiasma..., la última creo me contástes fue la velocidad de un burgaíllo en el acuario no?, o fue un ermitaño? jeje

    Bromas a parte me parece alucinante el cálculo, esto se podría realizar con otras aves en vuelo, las planeadoras claro. Sería interesante realizarlo con el buitre por ejemplo y esto sí que sería posible en una buitrera, te acuerdas a la que fuimos? ahí estaría bien realizarlo.

    Bueno con esto de la velocidad y las condiciones atmosféricas me ha recordado a mi Dacia chocolatito. Cuando las condiciones climatológicas son adversas disminuye la velocidad, y también gasta más gasoil, luego esto significa tener que destinar mayor parte de mi economía en ello lo que se traduce en, condiciones adversas = más gasto gasoil = a crisis..., uff mejor dejémoslo, espero que a las espátulas no les suceda esto...

    Nos vemos besillos

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