lunes, 30 de mayo de 2016

Sierra de Grazalema y Río Guadiaro

                          El pasado sábado nos fuimos a dar un paseo por Grazalema. Lamentablemente la cola de la borrasca atlántica alcanzó a la provincia de Cádiz y como no al macizo de esta magnífica sierra. A pesar de ello el objetivo de la primera zona fue cubierto con éxito. Buscábamos tres especies que pudimos ver justo antes de comenzar la tormenta de lluvia. Estas fueron:

- Roquero rojo
- Gorrión chillón y
- Mito.




                        Con una tregua en el cielo que predecía la calma, nos fuimos hasta la Cueva del Gato. Tras las lluvias de hace unas semanas el agua brota de la misma a raudales.




                     Pero todo fue un espejismo dado que tan solo pudimos asomarnos a la Cueva y disfrutar de las fugaces pasadas que nos hacían los Vencejos reales cuya colonia de cría se encuentra en el interior.
                        Antes de comenzar la intensa lluvia, aún pudimos disfrutar de alguna Lavandera cascadeña sobre las rocas en el Río.



                      Sin posibilidades de localizar nuestro siguiente objetivo, el Mirlo acuático, por la inclemencia meteorológica nos retiramos a otra mejor ocasión.






domingo, 8 de mayo de 2016

Bulgaria y Rumanía (2ª parte)


DÍA 4.- LAGO DURANKULAK

          Como cada día, nos levantamos muy temprano. A las 7 h. ya estábamos en el lago, con la clara intención de ver el amanecer así como observar la salida del agua de los grupos de gansos y de cormoranes que allí dormían, los primeros hacia los campos de cultivo y los segundos hacia la lámina de agua con carrizal. Alrededor de seiscientos Ánsares caretos, cincuenta y dos Barnaclas cuellirrojas y unos ochenta Cormoranes pigmeos nos deleitaron con sus vuelos mientras el sol surgía sobre el Mar Negro.


         En el lago también comenzaba la actividad de Porrones europeos (Aythia ferina) y moñudos (A. fuligula), Cisnes vulgares y cantores, Fochas comunes, Somormujos lavanco y Zampullines cuellinegros. Las especies de rapaces empezaban con sus vuelos, añadiéndose algunos ejemplares de Gavilán (Accipiter nisus), especie ésta que también nos acompaño durante todo el viaje.


         A partir de media mañana y hasta el final del día lo dedicamos a recorrer el lago por su lado Sur y Este (zona interior). Allí pudimos ver un nido de Pigargo europeo (Haliaeetus albicilla) y más tarde por sus alrededores un adulto y un joven posiblemente del año anterior exhibían un majestuoso vuelo. En esta zona las acuáticas eran más abundantes e interesantes que en el resto del lago. Pudimos ver Porrón osculado (Bucepahla clangula), Porrón bastardo (A. marila), Porrón moñudo (muy buenos números) , Porrón común, Malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala) bastante rara en esa zona, Ánade real, Silbón europeo (A. penelope), Serreta medina , Serreta chica (Mergellus albellus), Somormujo lavanco y Zampullín cuellinegro así como un precioso Zampullín cuellirrojo (P. auritus).

        El aspecto mas lamentable del día fue la localización de innumerables cadáveres frescos de distintas especies de aves, como consecuencia de la caza indiscriminada, destacando claramente en números los Cisnes. Durante la época de caza tanto la observación como la seguridad personal son complicadas.
        
Día de viento con mucha intensidad que no permitía ni buenas ni agradables observaciones.

DÍA 5.- COSTA DE RUMANÍA

          Hoy es el día de la búsqueda más exhaustiva de los grupos de gansos, en zonas potencialmente perfectas al sur del delta del Danubio. De nuevo volvemos a cruzar la frontera, trámite que se puede alargar dependiendo de los tráficos que haya delante y de lo “ocupado”que esté el personal de frontera.

         De camino vamos realizando paradas en busca de nuevas especies. Es el caso del lago Corbu, una especie de embalse dedicado a la pesca deportiva y equipado para ello. Allí pudimos ver un grupo de ocho Pelícanos ceñudos (Pelecanus crispus) en un imponente plumaje nupcial. Algunos de ellos despegaron del agua destacándose claramente su enorme tamaño .


      Algunos Cormoranes pigmeos amenizaban la zona con sus vuelos. A escasa distancia se encuentra el pueblo del mismo nombre y que hace límite con otro lago. Hacía unos días se habían observados Gaviones cabecinegros por allí aunque nosotros no tuvimos suerte. Seguimos nuestro periplo del día. Siguiente parada Vadu donde hay un humedal muy deteriorado por la cantidad de basura y residuos acumulados en su entorno y también dentro de él . Tiene pinta de haber servido como balsa de decantación. Allí vimos Ánades real , Cuchara europea, Cerceta común, Focha común, Tarro blanco, y un Gavilán. Atravesando el pueblo alcanzamos una antigua planta de enriquecimiento de Uranio.


        Por los alrededores de la misma y ya con amplia cobertura de carrizos, pudimos ver la única Espátula (Platalea leurocodia) de todo el viaje, nada común aquí en invierno, además de grupos de Avefrías (Vanellus vanellus), Garza real (Ardea cinerea) , Garceta grande (Egretta alba) y un limícola que rápidamente se encondió entre la vegetación y no pudimos determinar . En lo que parecía una cubeta de vertidos de lavados de la mina, aterrizó ante nuestros ojos un precioso Colimbo ártico (Gavia arctica) que se dejó ver a placer .


        Varios Ánsares comunes (Anser anser) llegaron volando desde lejos dejándose caer muy cerquita para descansar.


           En los muros de la cubeta principal vive una pequeña población de Suslik europeo, alguno de los cuales se dejó ver y fotografiar a pesar de supuestamente tener que estar hibernando. Las benignas temperaturas de este invierno decían lo contrario. Continuamos hacia el Norte siguiendo la costa del Mar Negro.

           Paramos a comer junto a un lago y desde allí pudimos ver en la distancia cómo grandes bandos de gansos aterrizaban en alguna zona lacustre cercana a Istria. Pusimos rumbo al lugar y justo antes del cruce que llevaba al lago Histria y al lago Nuntasi pudimos observar varios grupos grandes viniendo desde el Oeste en dirección Este, es decir hacia los lagos nombrados anteriormente.

         Fuimos en su busca y varios grupos mixtos nos sobrevolaron, deleitándonos con sus aleteos y con sus impresionantes siluetas y coloridos . Mientras, enormes grupos de varios cientos de individuos de Cisnes cantores y chicos descansaban en medio de los campos .


        Nos movimos en dirección a los lagos para ver si los podíamos observar más de cerca y bebiendo. Más grupos mixtos nos sobrevolaron en sentido opuesto dejándose caer muchos en una zona de agua y carrizo cerca de allí.. En total estimamos unos dos mil caretos y unas noventa barnaclas. Desde allí seguimos rumbo Norte hacia Istria pueblo y Mihai Viteazu. Algunos bandos más se dejaban ver a lo lejos. Seguimos en rumbo a Salcioara donde el primer día habíamos visto los primeros gansos. Una vez allí, localizamos el bando del primer día pero más numeroso, tanto de barnaclas como de caretos. Cercanos a ellos una pareja de majestuosos Pigargos europeos adultos descansaba, posando a la perfección para nosotros.


          Los Ratoneros calzados engalanaban los postes y arbustos en las carreteras. Con muchos kilómetros por delante finalizamos la jornada.

DÍA 6.- DURANKULAK-BUCAREST

           Hoy día de regreso. Nuestro avión salía por la noche por lo decidimos aprovechar el viaje para seguir buscando más gansos, sobre todo después de que nos llegara información fresca sobre la presencia de un grupo de cuatro mil barnaclas y treinta mil o más caretos en unos arrozales en los alrededores de Giurgeni. A través del googlemaps localizamos esta zona sin problema.

          El espectáculo era magnífico. Enormes bandos de Ánsares caretos deambulando sobre nosotros en un número aproximado de “cincuenta mil ejemplares”.


      Entremezclados con ellos unas “cuatro mil” Barnaclas cuellirrojas, cuyo número daba la impresión de no ser importante si lo comparamos con el número de los primeros.


       Las molestias humanas, coches por los muros de los arrozales o los cazadores provocaban constantemente el nerviosismo en los grupos que permanecían posados tan solo por instantes. A estas nubes de aves se sumaban bandos interesantes de Avefrías (Vanellus vanellus) y de Cisnes cantores. También varios grupos de Tarros canelos (Tadorna ferruginea) destacaban en el cielo azul tras la desaparición de las nubes que hasta pocos momento antes cubrían el cielo .

         

         Tras el enorme espectáculo vivido y aún con kilómetros por delante hasta el aeropuerto dimos por finalizado el viaje, no sin antes tener dificultades para llegar a él por las nefastas indicaciones y accesos al mismo

ADENDA FOTOGRÁFICA

Colonia de cría de Cormoranes pigmeos

Transporte habitual

Cisne chico

Graja

Cisnes cantores y nube de Ánsares caretos

Lago Shabla

Conchal de mejillones

Mar Negro

Frontera

Lago Tulcea

Buscando Barnaclas cuellirrojas

Zorro

De izquierda a derecha:
Miguel Carvajal, Raimundo Martín, Isidro Bartolomé y José María Fdez. Zapata.

















Bulgaria y Rumanía (1ª parte)

Del 6 al 12 de febrero de 2016

OBSERVADORES.- Isidro Bartolomé, Miguel Carvajal Carvajal, José María Fdez. Zapata y Raimundo Martín.
TEXTO.-  Raimundo Martín y José María Fdez. Zapata.
IMÁGENES.-  Isidro Bartolomé y José María Fdez. Zapata.
MONTAJE.-  José María Fdez. Zapata.


INTRODUCCIÓN.-        

         El principal objetivo de nuestro viaje era la observación de la mayor concentración invernal mundial de una especie tan amenazada como fantástica, la Barnacla cuellirroja (Branta ruficollis), con una población difícilmente estimable ya que sus zonas de cría no tienen fácil acceso por ser zonas remotas de Siberia , penínsulas como Taimyr, Gydan y Yamal. El conteo en sus cuarteles de invierno ha sido relativamente fácil hasta estos ultimos años ya que la mayoría de las barnaclas se concentraban asociadas a los lagos Durankulak y Shabla, en Bulgaria. Pero en los últimos años la mayoría de los individuos se mueven dependiendo de las oscilaciones climatológicas y asociados a las olas de frío, por lo que el conteo invernal se complica en exceso al desplazarse frecuentemente a lo largo y ancho del mar Negro.


  A principios de los años 60 las barnaclas invernaban en zonas de estepa alrededor del Mar Caspio, pero la transformación de las estepas en campos de algodón las hizo desplazar sus áreas de invernada hacia el Oeste, principalmente a la costa rumana, en la región de Bronceado y posteriormente a la búlgara, concretamente alrededor de los lagos Duraznilla y Habla , al Oeste del Mar Negro. Tanto en Rumanía como en Bulgaria hay una enorme extensión de campos de trigo de invierno, cultivados desde los años 50 y asociados a lagos interiores junto al mar, donde beben agua y pasan la noche la mayoría de los individuos. Como hemos dicho la estimación de su población varía mucho, y va desde 30.000 individuos, de los más pesimistas, hasta 150.000 , en un censo hecho por ornitólogos rusos durante la migración nupcial de la especie en 2012.  

Tanto el año pasado 2014/15 como éste, 2015/2016 el clima invernal en esta zona del mar Negro ha sido muy benigno aunque con oscilaciones muy grandes entre semanas dentro del mismo mes, lo que ha llevado las barnaclas a moverse mucho de unos lugares a otros, incluso traspasando fronteras, asociado además a las molestias provocadas por la caza, cuya veda de prolonga en Bulgaria hasta el 31 de enero y en Rumanía incluso más tarde. Es curioso resaltar que los primeros cinco kilómetros desde la frontera rumano-búlgara hacia el primer país está libre de caza por lo que parece que muchas aves ya lo “saben”y se desplazan allí para evitar males mayores, aunque a muchos Homo sapiens de dos patas les da igual si está o no prohibido.

        Nuestro viaje comienza en Madrid, donde hemos ido llegando procedente de Cádiz, Murcia, Almería y de la propia capital. Volamos con Ryanair hasta el aeropuerto de Bucarest-Otopeni y regreso por la misma vía. El vuelo tiene una duración aproximada de 3 horas y media. A la llegada tuvimos que adelantar los relojes una hora.

          Nuestro vuelo tomó tierra sobre las 21 horas por lo que tan solo nos dio para dirigirnos al Hotel Otopeni situado muy próximo al aeropuerto y previamente reservado. Dicho desplazamiento fue cortesía del propio hotel.

        Dadas las supuestas dificultades meteorológicas propias de las fechas y de la zona geográfica, habíamos decidido concertar con la empresa Branta Tours tanto los desplazamientos en vehículos todo terreno , el servicio de guía así como la intendencia en su logde, el Branta tours birding lodge ubicado en Durankulak, unos cinco kilómetros al sur de la frontera con Rumanía , junto a la costa del Mar Negro.

      Desde antes de Navidad ya veníamos siendo informados de la climatología benigna nada propicia para estas aves y que estaba provocando mucha fluctuación en su número, principalmente en Durankulak y alrededores, donde en inviernos “normales” la concentración es máxima. Este año 2016 empezaron a aparecer números interesantes en Navidad, descendiendo de nuevo después de algunos días y alcanzando su máximo exponente a mediados de enero (entre el 15 y el 25 aproximadamente) donde los censos en Durankulak y Shabla alcanzaron el número de veinticuatro mil aves aproximadamente. Una semana más tarde dicho número descendió drásticamente a cuatrocientos.

      Hay que decir que esta especie siempre va asociada a otra especie, el Ánsar careto grande (Anser albifrons albifrons), cuyos números son mucho mayores que los de la Barnacla cuellirroja (hasta quinientos mil) y entre los cuales también se observan algunos ejemplares de Ánsar careto chico (A. erythropus) , difíciles de contabilizar debido a los inmensos grupos del primero.


DÍA 1.- BUCAREST A DURANKULAK

       Por la mañana temprano vino a recogernos al hotel el gerente de la empresa, Pavel Simeonov, que nos confirmó en persona lo que ya sabíamos habida cuenta de la temperatura reinante esos días , la casi total ausencia de grupos grandes, asociados a Durankulak y Shabla, pero sí la existencia de pequeños grupos, principalmente en determinadas áreas rumanas cercanas al lago Sinoe, lago Salcioara y al lago Razim, ambos asociados al Delta del Danubio.

Así, decidimos alterar nuestras previsiones y en lugar de conducir directamente hacia Bulgaria, nos dirijimos hacia una localidad llamada Salcioara , donde se había visto días antes un grupete interesante de cuatro mil Barnaclas cuellirrojas asociadas a veinte mil caretos grandes. Durante el trayecto realizamos varias paradas disfrutando de tres especies de Ratoneros, común (Buteo buteo), calzado (Buteo lagopus) y moro (Buteo rufinus). Según Pavel , este invierno el número de Ratonero calzado está siendo especialmente alto en toda la costa del Mar Negro dejándose notar rápidamente una vez comenzado el trayecto.


Especialmente interesantes fueron los córvidos, los cuales nos acompañaron por el camino, destacando la Graja (Corvus frugilegus), la Grajilla (C. monedula, ssp sommerringii) y la Corneja cenicienta (Corvus cornix). Al cruzar un brazo del Danubio, a la altura de la ciudad de Fetesti, pudimos observar en vuelo los dos primeros Pelícanos ceñudos (Pelecanus crispus) del viaje , especie que a la postre se cotizaría bastante cara. Esta especie inverna en números no muy altos en la costa del Mar Negro aunque ya a principios de enero llegan los individuos desde el Sur para establecer sus colonias de cría, con lo que los individuos que se ven en esta época tienen ya claramente un perfecto plumaje de verano. También nos hicieron buena compañía durante todo el viaje el Aguilucho lagunero (Circus aeruginosus) y el pálido (C. cyaneus).

Finalmente llegamos a Salciora y… bimbo, un grupo de unas ciento cincuenta Barnaclas cuellirrojas junto a unos ochocientos caretos. En vuelo se diferenciaban perfectamente las dos especies, formando las primeras un grupo con forma indefinida y cuyos individuos tienen un vuelo errático tipo “nube” de estorninos, mientras los segundos forman un grupo con movimiento más pausado. Algunos Ánsares comunes (Anser anser) campeaban también por el trigal. Esta especie también es invernante en esta costa aunque en número no muy altos.


          Desde allí y ya de vuelta a Durankulak nos desviamos en el pueblo de Sinoe topándonos con el primer Pico sirio (Dendrocopus syriacus), en uno de los múltiples árboles desnudos que en esta época invernal cubren los pueblos. Continuamos camino cruzando un inmenso carrizal hasta llegar a un canal que comunica los Lagos Zmeica y Sinoe, donde cuando el nivel de las aguas es bajo deja a la intemperie una pequeña isla utilizada por el Gavión cabecinegro (Ichthyaetus ichthyaetus) como dormidero, pero en esta ocasión el nivel del agua era muy alto por lo que no se veía la isla. En cambio localizamos un impresionante dormidero de córvidos compuestos por varios cientos de Grajas, Grajillas y Cornejas cenicientas.


      Durante el paseo por el carrizal pudimos observar tres preciosos Búhos campestres, que se preguntaban, con una mirada fija y pocos amigos qué hacíamos allí, en aquel recóndito lugar.
También los habituales aguiluchos sobrevolaban tranquilamente la zona buscando presas que llevarse a la boca antes del anochecer.


         Y ya con el sol puesto y con bastantes kilómetros por delante dimos por finalizada la jornada, no sin antes meterrnos entre pecho y espalda una opípara cena en el lodge , a cargo de la mujer de Pavel, Tatyana .

DÍA 2.- LAGO DURANKULAK

       Día dedicado a recorrer el lago por su parte N y E. Sin un vehículo todo terreno era difícil recorrerlo ya que las pistas se encontraban muy embarradas por la nieve y el agua de semanas atrás.


           La zona Este corresponde a una barra arenosa que forma una playita con el Mar Negro y que lo separa del cinturón perilagunar del Lago Durankulak. En este cinturón se observaron principalmente fringílidos como Verderón común (Chloris chloris), Gorrión molinero (Passer montanus) y Ruiseñor bastardo (Cettia cetti).


Por encima del lago se dejaban ver los Cormoranes pigmeos (Phalacrocorax pygmaeus), con sus cortos vuelos, y que parecía bastante temerosa ya que enseguida se dejaban caer en el carrizo. Esta especie tiene una población invernante importante en toda la costa occidental del Mar Negro. Ya en el agua, Cisnes vulgares (Cygnus olor) y cantores (C. cygnus) además de Cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo ssp sinensis).


En el mar pudimos ver Zampullines cuellinegros (Podiceps nigricollis), Somormujos lavanco (Podiceps cristatus), dos parejas de Serretas medianas (Mergus serrator)) y algún Colimbo ártico (Gavia arctica) , además de una in habitual concentración de cientos de Fochas comunes (Fulica atra) en el agua salada.


Una pareja de Pato colorado (Neta Rufina) se dejó ver en el agua, aunque no parecía en muy buen estado, siendo acosada por las múltiples gaviotas de la zona. Entre éstas, Gaviota cáspica (Larus cachinnans), patiamarilla (L. michaellis) , además de reidora (Chroicocephalus ridibundus) y cana (L . canus), y un fugáz Gavión cabecinegro (Ichthyaetus ichthyaetus) comenzando a cambiar su plumaje a nupcial. Un Correlimos gordo (Calidris canutus), un tridáctilo (Calidris alba) y un Archibebe común (Tringa totanus) se movían en grupo por la playa. Algún ejemplar de careto grande en aparente mal estado estado físico se dejaba ver por aquí también.

En los campos de cultivo de la zona Norte y muy cerca de la lámina de agua pudimos observar un grupito asentado (el único que vimos en Bulgaria) de Ánsar careto grande y de Barnacla cuellirroja (cincuenta y dos ejemplares , máximo número visto de esta última especie en Durankulak durante nuestra estancia) alimentándose en los trigales. Dentro de este grupo pudimos localizar, no sin cierta dificultad, algún Ánsar careto chico.


DÍA 3.- PRILEP Y LAGO SHABLA

Abandonamos un poco la búsqueda de las barnaclas a tenor de lo observado y este día nos dedicamos a otras aves. Temprano salimos en dirección a Prilep, a unos 120 kms. hacia el oeste donde dedicaríamos unas horas a la observación de pícidos. Hicimos varias estaciones de escucha y observaciones por los alrededores. El objetivo era el Pito cano (Picus canus) aunque pretendíamos disfrutar con todos los que aparecieran. La mañana no defraudó en absoluto. Poco a poco fuimos detectando hasta seis especies en un bosquete de Quercus, posiblemente robur, al cual le atravesaba un arroyo. El primero en caer fue Pito real (Picus viridis ssp “viridis” o “karelini”), 


un macho de Pito cano (Picus canus),


un macho de Pico mediano (D. medius),


macho y hembra de Pico picapinos (Dendrocopus major), macho de Pico sirio (D. syriacus) . Durante gran parte de la mañana, pudimos disfrutar del reclamo de algún ejemplar de Picamaderos negro (Dryocopus martius) en lo más profundo del bosque.

Otras especies interesantes que nos acompañaron por la zona fueron Trepador azul (Sitta europaea) , Mito (Aegithalos caudatus ssp. caudatus) y Alcaudón norteño (Lanius excubitor ssp. homeyeri)

De vuelta hacia Shabla nos topamos con algún ejemplar más de Pico sirio y varios Picogordos (Coccothraustes coccothraustes) comiendo frutos tranquilamente en algunos árboles junto a la carretera . Un grupo interesante de Calandria (Melanocorypha calandra) nos salió al paso al cruzar una zona desnuda de vegetación . Poco después vimos junto ala carretera los únicos Esmerejones (Falco columbiarus) del viaje. Ya en la costa, un Gavión cabecinegro con plumaje invernal (Ichthyaetus ichthyaetus) nos pasó por encima, en vuelo hacia la playa, despareciendo súbitamente.

Una vez en Shabla, nos dedicamos a buscar una especie que nos parecía interesante, la Perdiz pardilla (Perdix perdix), muy común por esas zonas. Sin abandonar nuestro objetivo, continuamos y llegamos a Shablenska Tuzla, una laguna de mediano tamaño perteneciente, si se puede llamar así, al complejo del Lago Shabla. Allí nos encontramos con una grata sorpresa, un grupo de unos veinte Cisnes cantores, de los cuales seis eran de la especie Bewick o chico (Cygnus colombianus).


En la lámina de agua también había presente un nutrido grupos de Tarro blanco (Tadorna tadorna) además de algún Ánade real (Anas platyrrhynchos) y friso (A. strepera). Por los alrededores del lago varios ejemplares de Búho campestre (Asio flammeus) nos entretenían con sus quiebros, dejándose retratar sin dificultad. Con el sol ya oculto y sin rastro de las perdices regresamos al alojamiento.