jueves, 19 de junio de 2014

Una agradable sorpresa

            Con el ánimo de retomar mis salidas tras casi un mes impedido y teniendo en cuenta que también tengo abandonadas mis “Listas” de aves, aunque esto será motivo de otra entrada, me he dirigido, el pasado martes, a la Marisma Seca con la intención de verificar la presencia de la Garza imperial, Ardea purperea y del Martinete, Nicticorax nicticorax.

               Durante el trayecto, con una temperatura agradable para ser después del mediodía, he podido ver los reproductores típicos de esta zona. Cigüeñuelas, Himantopus himantopus, Chorlitejo patinegro, Charadrius alexandrinus, 




          Lavandera boyera, Motacilla flava o las Terreras comunes, Calandrella brachydactyla, algunas con volantones y otras incluso incubando.

              Tras un buen rato de aguardo e intento de observación, me marcho de la zona sin haber podido localizar a ninguna de las dos especies.

        En el camino de salida localizo una hembra de Aguilucho lagunero, Circus aeruginosus increpando a otra rapaz que estaba posada en un poste de madera a un metro del suelo. Al mirar detenidamente compruebo que se trata de un Águila pescadora, Pandion haliaetus. Este ave ha sido registrada durante todo este año en visitas anterior si bien parece estar sola.

           Un poco más adelante y ya casi al final de la marisma veo un grupo de 5 Espátulas, Platalea leucorodia. Por algún motivo decido detenerme y echar un último vistazo. Sin lugar a dudas se trataba de mi pequeña recompensa. Uno de los ejemplares portaba un transmisor GPS y por supuesto una anilla de PVC con la combinación P4R.



           Puesto al habla con el equipo del Proyecto "Limes Platalea" que desarrolla el seguimiento de esta especie en el litoral gaditano desde hace dos años, me confirman que se trata de un ejemplares marcado este año dentro del pionero estudio en la Bahía de Cádiz y que han bautizado al individuo con el nombre de “Roche”.





            Confiemos que tenga una buena travesía hacia sus cuarteles de invierno y un mejor regreso en un futuro.

lunes, 16 de junio de 2014

Buscando al Alzacola

            El Alzacola, Cercotrichas galactotes, es un ave insectívora de pequeño tamaño, unos 15 cm., perteneciente al grupo de los Passeriformes y a la familia Muscicapidae. Posee un pico fino y fuerte. En su cuerpo domina el plumaje marrón-rojizo en la parte superior y claro en la inferior. Una lista supercialar blanca resulta muy llamativa. En la cola destacar las manchas blancas y negras en la banda subterminal que no aparecen en los pares centrales.




          Se distribuye en la Península Ibérica, básicamente, entre Andalucía y Extremadura. Proveniente de África, nos visita en primavera con la única intención de reproducirse para posteriormente regresar a sus cuarteles transahariano de invierno donde permanece el resto del año.

         Aunque nidifica en árboles pequeños y arbustos así como en setos de lindes de caminos y fincas, en el Bajo Guadalquivir al menos, prefiere ubicar sus nidos en los viñedos y concretamente en las horquillas de las cepas viejas.


     El empleo de Biocidas, el arranque de viñedos viejos, cambios de uso del suelo a grandes monocultivos o eliminación de las lindes naturales de setos, están provocando en los últimos años un descenso francamente preocupante de la población reproductora pasando a tener la consideración un ave “muy escasa” y estar catalogada como “En Peligro” de extinción, en el Libro Rojo de Vertebrados de Andalucía.