Ayer por la tarde se me presentaba una duda, no tenía claro si aprovechar el último día del año para intentar sumar para mi lista provincial 2014 o desplazarme, aunque solo fue un rato, hasta Huelva para ver los Escribanos nivales.
Al final prevaleció, como suele ser últimamente, el escaso sentido común. A las 7:00 del día 31 de diciembre, mi amigo José María Lubián y yo nos hemos ido a 230 kilómetros para intentar relocalizar estas preciosas aves. La verdad es que a merecido la pena como podréis comprobar.