VIAJES DE NATURALEZA

EN BUSCA DEL MOCHUELO CHICO
            
                 Durante una semana, del 18 al 25 de octubre, nos hemos desplazado a Polonia con la inteción de ver el Mochuelo chico Glaucidium passerinun y el oso. En el primer vuelo partimos directo desde Málaga  hacia Cracovia. Allí ya teníamos alquilado un coche cerca del aeropuerto. Una vez cargado todo el equipaje tomamos camino hacia lo que sería nuestro campameto base en Zakopane. Nada más retirarnos unos kilómetros de la ciudad nos paramos a desayunar. En un principio el restaurante me pareció muy turítico pero a la postre resultó ser el dideño normal de las casas en ésta zona del país.

De izquierda a derecha, Arkadiusz, Manolo Lobón y JR Benítez.
                  Con paciencia contenidad mientras desayunábamos, ya íbamos pensando que hacer después de aposentarnos en la casa. Nada más llegar a Zakopane nos encontramos con un problema con el alojamiento reservado que se subsanó rápidamente saliendo nosotros claramente beneficiados. Tras descansar un rato y disfrutar de los alrededores del pequeño hotel donde podíamos ver la Corneja cenicienta Corvus cornix, nos fuimos al pequeño centro de Zakopane. Tras el oportuno cambio de moneda paseamos por la ciudad y visitamos el mercado que permanece abierto hasta por la tarde. Allí pudimos degustar los distintos quesos de elaboración tradicional en la zona,


             Pensando en el día siguiente nos hicimos de provisiones para realizar nuestra primera incursión al Parque Nacional de los Montes Tatras. Aunque era muy temprano, sobre las 5 y media de la tarde y dado que la noche anterior no habíamos dormido nada de nada, nos fuimos a cenar. Hay que decir que sobre esa misma hora ya están los restaurante casi llenos.


                A la mañana siguiente, sobre las 8 ya estamos casi preparados para salir. Hay que decir que en todo moneto la temperatura nos permitió movernos con tranquilidad. Durante el día entorno a 9º o 10º y por la noche sobre 0º. Al parecer el año pasado sobre las mismas fechas no había ni un copo de nieve. Como podréis ver más adelanto la presencia de nieve alteró mucho los deplazamientos y las busquedas. Las entradas al  PN de los Montes Tatras, parten directamente de Zakopane y en todas ellas te cobran la entrada. En este caso fueron 4 Slotyz, más o menos 1 €. Los paisajes son impresionantes y mucho más cargados de nieve,



            Durante la subida y en paralelo al camino, en varios tramos del mismo, circulaba un pequeño río,



                donde sin inmutarse se alimentaban sumerguiéndose varios Mirlo acuáticos Cinclus cinclus


            Mientras subíamos por los distintos caminos, atravesamos un bosque de coníferas, abetos fundamentalmente, que nos habían dicho era el hábitat ideal del Mochuelo chico Glaucidium passerinun. Cada cientos de metros activábamos los dispositivos con el reclamo para ver si aparecía, pero no hubo suerte por lo que continuábamos subiendo. En cambio si observamos en numerosas ocasiones el Pito negro Dryocop martius, así como el Pico tridáctilo Dendrocopos leucotos, pudiendo oir también al Pito real Picus viridis.


Nidales empleados por el Mochuelo chico de forma habitual.
                   
            Tras una buena caminata alcanzamos el albergue de montaña. Desde allí partía un sendero que nos llevaría hasta un lago a más de 1500 metros de altitud.



             Con el tiempo justo antes de que cayese la noche comenzamos a bajar para llegar a Zakopane sobre las 6 de la tarde, hora aproximada a la que lo haríamos todos los días. Al día siguiente nos levantamos con una fuerte nevada, por lo que aprovechamos para ir a Cracovia donde habíamos quedado con unos amigos españoles residentes en la ciudad.


            Estuvo todo el día lloviznando aunque no nos impidió pasear por la ciudad y conocerla un poco. En un principio teníamos pensado regresar al medio día a Zakopane, pero entre una cosa y otra legamos a la casa más de las dos de la mañana después de habernos parado en dos ocasiones la policia, queriendonos multar en una de ellas. gracias a nuestro amigo Arkadiusz que consiguió solucionar el problema. Durante nuestra estancia en Cracovia pudimos ver la Plaza Mariacka con la Basílica del mismo nombre, el recinto amurallado con la Catedral en lo alto de un promontorio,

Basílica Mariacka

                  desde aquí se podía observar el Río Wisla que atraviesa la ciudad de Cracovia. En sus aguas pudímos ver algunas gaviotas que por la lejanía fue imposible distinguir aunque pudimos ver Cisnes vulgares Cygnus olor con sus pollos aún muy pequeños.



                    Justo antés de almozar tuvimos la posibilidad de conocer la sede del Instituto Cervantes de la mano de Virtudes de la Riva, hermano de Manuel de la Riva de la EBD.

       
                 Ya después de comer y para que se nos asentase muy las viandas, nos fuimos a tomar unos líquidos digestivos. Allí pudimos degustar elixires, alunos con más del 50% de volúmen de alcohol.


          Después de cenar y visitar el barrio Judío y algunos de sus decadente antros regresamos a Zakopane.
A partir de aquí y durante el resto de viaje nos centramos en la busqueda de los objetivos que traíamos. Para ello recorríamos senderos y subíamos a zonas de montaña con la dificulad de caminar por la nieve


            junto a otro de los albergues existentes, el  paisaje se hacía espectacular,



         




             Después de caminar durante varias horas, en ocasiones   con pendientes de más del 25%,  que no serían las más pronunciadas, alcanzamos un impresionate lago a más de 1700mts de altitud.

           
                    

                       Allí pudimos disfrutar de la compañía del Cascanueces Nucifraga caryocatactes,





         Durante otra de la jornadas por el monte pudimos localizar unos ciervos, una hembra y su cría,


                 La llegada anticipada de la nieve no nos ha permitivo poder ver al oso, no tanto por el frío si por no tener comida. Durante los largos recorridos solo pudimos encontrar algunos Arándanos con fruto

                 Igualmente ocurría con las laderas mixtas de frambuesa y arándanos junto a los abetales.



          Y como no podía faltar los grandes claros donde se alimentan los osos y se dejan ver con asiduidad.



                  En otra zona del PN donde la nieve no estaba presente, el paisaje era totalmente diferente. Allí se podía observar la otoñada, el discurrir de cascadas y algunos paseriformes como el pinzón real Fringilla montifringilla, Escribano cerillo Emberiza citrinella, Carbonero común Parus major, Herrerillo comúm Parus caeruleus entre otros. Quizás destacar en cuanto a rapaces dos Ratoneros calzados Buteo lagopus en plena migración por estas tierras.




              aunque en escaso número, pudimos localizar algunas setas. 

Afiloforal. Posible Fomes.

Afiloforal. Posible Ramaria.

             Con estas últimas imagenes acabamos nuestra incursión en el PN de los Montes Tatras. En cuanto a las observaciones ornitológicas quizás no hallamos conseguidos nuestro objetivo pero el lugar bien merece una visita. En este viaje hemos participado Arkadiusz Broniarek. Manuel Lobón, José Ramón Benítez y José María Fdez. Zapata.