miércoles, 17 de octubre de 2012

"EL MUNDO EN UN PATIO"


 
          Ya han pasado casi 40 años desde que cayó en mis manos el libro “Atrápame  ese mono” de Gerald Durrell. Posteriormente vendría su famosa trilogía inspirada en sus vivencias como niño cuando vivía en la Isla de Corfú.

              Con la llegada del otoño se me han venido a la mente algunas de los pasajes que contaba en el primer libro de la trilogía, “Mi Familia y demás parientes”. El título de esta entrada quiere emular, salvando las distancias por supuesto, uno de sus capítulos denominado “El mundo en un muro”.

               Han transcurrido ya 16 años desde que un buen día, mi tío Santiago en Segovia me regalara unas varas de viña del país. Imagino que de forma visionaria se refería a lo que hoy se denomina D.O. de Rueda con su uva "Verdejo". En su familia, su padre producía, desde siempre, vino de forma tradicional para su consumo personal. El que algunos denominamos de “Pitarra”. Durante mis estancias estivales en el pueblo de Miguelañez tuve la oportunidad de acompañarle en muchas ocasiones a revisar los “marranos”, la huerta o la acometida de agua al pueblo desde un manantial, lo que me permitía satisfacer mi curiosidad al preguntar por las costumbres de la vida rural.

            Aunque no era persona de estar sentado en algunas ocasiones disfrutábamos de alguna actividad relajada debajo de su enorme parra. Allí comienza realmente éste relato.

        Cuando la parra, ya en casa, comenzó a ocupar un espacio importante en el pequeño patio, de no más de 25 metros, también comenzaron sus “problemas” de salud.



        Tengo que decir que estos problemas y sus soluciones naturales nunca llegué a verlos en el pueblo. ¡Aquellas eran parras sanas y sin presencia aparente de “Bichos”!. Jamás he tratado a la cepa con ningún producto agresivo ya que mi intención simplemente era aprovechar su sombra, y sus “plagas” no solo eran y son asumibles sino que por el contrario nos entretenían. La primera de las especies que nos invadieron y más fáciles de detectar fue un Esfíngido de la Orden Lepidoptera, la Esfinge de Banda Plateada,  Hippotion celerio. Una perfecta máquina de devorar hojas.





           Después de tanto años aún no hemos localizado la presencia de la Esfinge menor de la vid, Deilephila porcellus, y E. mayor de la vid, Deilephila elpenor, ni en fase de oruga ni adultos volandos. Bastantes años más tarde, hemos podido comprobar como las hojas iban siendo caladas por el envés dejando la nervaduras de la hoja al descubierto a modo de encajes de puños de camisas y otros abalorios propios de la época "Cervantina". No obstante ya se mencionan en el propio "Quijote".




           La parra había sido colonizada por un Coleóptero familia de los Chrysomélidos, el llamado Coquito, Áltica de la vid o pulguita de la vid, Haltica ampelophaga. Este último apelativo se debe a su capacidad de dar salto en caso de peligro.


Oruga y puesta

Oruga  alimentándose

Adulto 

            Ácaros y pulgones también están presentes en función del estado de fortaleza de la planta y de la climatología. Pero no ha sido hasta este año cuando hace un mes que detectamos caminando, por la mesa que se ubica debajo de ella, unos pequeños insectos aparentemente escarabajos del mismo color, rojo y negro, pero de distinto tamaño. Tras una observación pudimos comprobar que en realidad se trataba de ejemplares de Chinches, es decir, pertenecientes al Orden Hemíptera y en este caso al Suborden Heteroptera. Era la primera vez que se localizaba esta especie en la planta.

                                              ¡Otro “Bicho” más!

Ninfa de Zicrona caerulea en su   4º estadio 


       Prestando más atención a las evoluciones de estos ejemplares por la parra constatamos que atacaban a las larvas de las Haltica ampelophaga, a las cuales pinchaban con su estilete y succionaban su contenido hasta dejarlos secos.

Comenzando el ataque

           Con todos estos datos acotamos la búsqueda de manera notable hasta, en este caso, localizar la especie. Se trataba de la Chinche azul, Zicrona caerulea, de aspecto trapezoidal y que posteriormente averiguaríamos que en su cuerpo podemos encontrar 5 secciones, de ahí su clasificación en la Familia Pentatomidae. Nuestra curiosidad aumenta e indagando encontramos información en fuentes de Agricultura Ecológica. Esta Chinche se alimenta de plagas de la vid, si bien, en algunos lugares también succiona materia vegetal. La especie sufre 5 estadios de ninfa antes de alcanzar el aspecto de adulto, que en nada se asemeja a sus estados anteriores.

          Días más tarde desde la localización de las ninfas de nuestra ahora “amiga” Zicrona caerulea, podimos ver por primera vez a los adultos.

Adulto

                En otra zona del pequeño patio, la biodiversidad es también patente. Desde las puestas de  Salamanquesas, Tarentola maurutanica que se reproducen con normalidad hasta otras Chinches, Cerambícidos y por supuesto Arácnidos, pero este último grupo será motivo de otra entrada que sin duda requerirá la colaboración de los expertos para su identificación.


           Con este relato quiero hacer mi pequeño homenaje a Santiago Arévalo al que siempre tendré en mi memoria y al que a buen seguro hubiese disfrutado debajo de nuestra parra. 


martes, 9 de octubre de 2012

Por los "Alcornocales"

                            Con una temperatura impropia de estas fechas, a pesar del veranillo de San Miguel también llamado "del Membrillo", nos hemos adentrado por los caminos de este magnífico espacio natural. Las lluvias de la pasada semana no se han notado en absoluto. La hojarasca está completamente seca así como el suelo. La visión de los helechos, que lo cubren todo,  secos y caidos nos impide ver el esplendor que alcanzará la zona en cuanto caigan las aguas otoñales. De entre el Alcornocal sobre salen los pétreos vigilantes del bosque.



                       En las zonas más altas podemos encontrar la vegetación más rastrera. En este momento en plena floración se puede comtemplar la Brecina o Mogariza , Calluna vulgaris.


               Otra de las plantas que se localizan por el camino y que se encuentran aún tanto en floración como con el fruto es el Torvisco Daphne gnidium.




                   A pesar de la casi nula humedad hemos encontrado los primeros atisbos del otoño. En este caso un par de setas. Por un lado un grupo muy numeroso Parasoles o Matacandiles  Macrolepiota procera.




                      Y por otro lado un solo ejemplar de Polyporus arcularius que crece de forma saprófita sobre madera en descomposición. En este caso sobre una rama de Alcornoque Quercus suber.


                  
                     Antes de salir de la zona boscosa, que no umbría, detectamos los helechos epifitos, Davalia canariensis que como su propio nombre indica se desarrollan sobre los troncos de los Quejigos Quercus canariensis.


                      Camino de regreso, y en plena fase de entre descanso y rumiado, encontarmos un "vacada" de las que queremos descatar dos especies autoctonas gaditanas,

Berrendo en colorao
de
Vaca Pajuna
              Al igual que con las embarcaciones,  cuando la ocasión así lo permita iremos mostrando las distintas razas que podemos ver por nuestros pastos en régimen de extensiva o semiextensiva, bien sean autoctonas o no.

lunes, 1 de octubre de 2012

El azar se alía con la etología.

  

            Siguiendo al hilo de la última entrada del blog del Proyecto LIMES PLATALEA,  Espátulas Airlines, donde como siempre nos plantea cuestiones e hipótesis algo más que interesantes y esclarecedoras de este fenómeno migratorio y a la par desconocido, os traemos una crónica que a buen seguro no os dejará indiferentes en ningún sentido y os recordará vuestro paso por los aeropuertos o quizás mejor, al comandante del vuelo justo antes del despegue. Podría decir algo así:

Bienvenidos a bordo, Su Comandante Naturalista les da los buenos días. Tenemos prevista la partida a las 08:35 hora local (06:35 hora solar) del Bahía de Cádiz Airport . Nuestro primer destino sin escala será Airport Cap Spartel , en el continente africano, por el que pasaremos tras aproximadamente dos horas de vuelo. La temperatura en el exterior ronda los 17 grados y viento en calma. Durante nuestro viaje sobrevolaremos las salinas de Chiclana de la Frontera, Castillo de Sancti Pectri, Torre del Puerco y Cabo Roche, para desde aquí dirigirnos directamente al continente africano y continuar nuestro viaje hacia Mauritania y Senegal, destino final de nuestro trayecto .

        Con este relato cómico os hemos querido introducir en la verdadera historia. El azar o la casualidad han querido que nos encontrásemos en el momento y la hora oportuna. Y así ha sido. Cuando conducíamos en dirección a Cabo Roche, lugar donde nos tocaba estar ese día realizando el seguimiento de la migración de la Espátula, pudimos comprobar como un bando de esta especie se levantaban de la Salina San José y Santa Ana en Chiclana de la Frontera, donde a buen seguro habían pasado la noche. 





             Por casualidad, ilusión o esperanza miramos el reloj, eran las 06:35 hora solar (que es como se está midiendo en el proyecto). Nos paramos en el puente del cambio de sentido un instante pudiendo comprobar que en el grupo iban 27 unidades. 





       Sin más continuamos hacia nuestro destino, donde llegamos sobre las 06:55. Ya instalados y después de "barrer la costa" nos dispusimos a preparar el material óptico y  montar el equipo de fotografía. Justo en ese momento y aún sin preparar la cámara, apareció sobre el acantilado un bando que sólo pudimos contar. Iban 27 individuos. Rápidamente saltaron las alarmas. ¿Podría ser el bando de esta mañana? Nos  preguntábamos. ¿Lo habrán visto en el otro puesto?¿Que tiempo habrán tardado?¿Cuanto kilómetros han recorrido?

         Una vez llegamos a casa y con la información de la Torre del Puerco, nos pusimos manos a la obra empleando las nuevas tecnologías, para intentar ver que probabilidades había de poder demostrar la velocidad de vuelo de estas aves en su migración postnupcial hacia sus cuarteles de invierno. Bueno los resultados son, a nuestro modesto entender, algo más que una hipótesis.

        El bando observado por la mañana saliendo del dormidero había tardado 25 minutos en recorrer 17,5 kms. hasta alcanzar la Torre del Puerco, donde fueron registrados a las 07:00 hora solar. A las 07:07, es decir, 7 minutos después y unos 5 kms. de distancia desde el punto anterior, pasan por encima de mi ubicación en Cabo Roche adentrándose en dirección a Cabo Espartel volando a media altura. 





            La velocidad de crucero del bando se establece en:
                                                           42 kilómetros/hora *         


*Nota:  La mayoría de las aves tienen una velocidad de crucero entre que oscila entre los 30 y 50 Km./hora


              La distancia total para este bando hasta tocar tierra es de algo más de 81,5 kilómetros, lo que se traduce en un tiempo aproximado de 2 horas en alcanzar las costas de África. Eso sí, éstas estimaciones solo serían válidas, en principio, manteniendo la velocidad y con las mismas condiciones atmosféricas. Tal como se desprende de Torre Bermeja y las Espátulas espumadoras, si además, realizando un vuelo rasante durante su trayecto por el mar pueden ahorrar un 20% de energía, eso se traduciría en un menor desgaste, lo que implicaría el aumento de la capacidad de continuar en su recorrido antes de realizar la primera escala africana. Ciertamente las distintas hipótesis a las no pocas preguntas nos inundan, pero no cabe la menor duda que son un magnífico punto de partida.