miércoles, 18 de abril de 2012

PN Sierra de Cardeña y Montoro

             Con una climatología adversa, nos hemos desplazado esta Semana Santa al Parque Natural de Cardeña y Montoro. Tal como se preveía el mal tiempo ha dificultado desconsideradamente nuestras intenciones de poder disfrutar de las grandes rapaces de la zona de la realización de algunos senderos.

           Afortunadamente se encontraban en la zona nuestros amigos Javier Ruíz y María José, su mujer, ambos grandes conocedores de este espacio natural y que se comportaron como unos perfectos anfitriones dándole a este viaje un aire de “inmersión etnológica y naturalista” adentrándonos en lugares privilegiados.

            A pesar de la lluvia y el mal tiempo en general, nuestros primeros pasos por el monte no pudieron ser más fructíferos con el hallazgos de varias letrinas de Lince ibérico Lynx pardinus, separadas en distintas fincas. 




                    La población lincera, lejos de estar fuera de peligro, va aumentando sus efectivos lentamente. Las distintas medidas tomadas por la Administración con la colaboración de los propietarios de las fincas implicadas así lo demuestran. El seguimiento es tal que en una de las letrinas los excrementos eran de enorme tamaño pudiendo afirmar que se trataba del macho denominado “Endrino”.




                    Mientras continuábamos rastreando localizamos un “artilugio” que nuestros acompañantes nos explicaron se trataba de un sistema para detectar, por un lado la presencia de los jabalíes Sus scrofa cuando golpean el bidón el cual tiene en su interior granos de maíz y por otra el tamaño del ejemplar que campea en la zona. Debajo del montón de piedras estratégicamente colocadas se deposita maíz y dependiendo de la piedra que quede volcada por el animal se sabrá el tamaño aproximado del mismo y si merece la pena realizar un aguardo para su caza.



                  Como los días no mejoraban para poder realizar incursiones en el monte de mayor envergadura, decimos conocer distintas zonas de interés natural y cultural. Así fuimos a ver la famosa Encina Quercus ilex milenaria o de las mil ovejas. Cuentan que durante la trashumancia en el Valle de Alcudia, al anochecer se refugiaban debajo más de mil ovejas. Aunque con una palanca de enorme dimensiones rota el árbol resulta un verdadero monumento natural.




                 Con posterioridad visitamos el poblado de Horcajo en pleno corazón de Sierra Madrona, antiguo asentamiento minero de la época romana caracterizado por la alta extracción de plata. De las edificaciones existentes cabe mencionar el castillete de la mina de Malacate. 




                            La inundaciones en el interior de las minas eran frecuentes por lo que que hacía necesario el empleo de sistema de desagüe. En sus orígenes eran muy rudimentarios empleando diverso modelos como “Galerías inclinada”,“Poleas con cangilones”, “Tornillo de Arquímedes”, “Bomba de Ctesibio”. Desde finales del s. XIX hasta el cese de la actividad estos sistemas han ido evolucionando desde ser accionados por máquinas de vapor hasta el empleo de la electricidad.

                           Otro edificio bien conservado es la “Fábrica de la electricidad”.



                  Durante nuestro recorrido nos paramos en el pueblo La Bienvenida, antigua Sisapo en la época romana, para tomar un vinito y queso de la tierra. Aquí existe una iglesia que servía como punto de encuentro a los pastores de la trashumancia donde rezaban por una buena estancia y regreso.



                Aprovechando la proximidad nos hemos adentrado en la finca del Duque de Westmister. Se trata de una propiedad privada por la que transcurre una vía pecuaria por lo que la guardería no te puede impedir el paso. Eso sí te acompaña en todo momento pegado a ti con su coche. Buena finca de caza mayor aunque solo para los amigos de la Casa Real inglesa. Durante el recorrido se puede observar un magnífico puente minero del ferrocarril del poblado de Horcajo muy bien conservado.



                  Recorriendo los innumerables carriles y con lluvia abundante hemos localizados en una loma una importante concentración de aves carroñeras. Aunque las imágenes son testimoniales dado la distancia y la climatología no dejen de ser interesantes. En el grupo podemos ver de forma mayoritaria Buitres leonados Gyps fulvus, Buitres negros Aegypius monachus y Alimoches Neophron percnopterus.  












                       Destacar la lectura de dos marcas alares sobre Buitre leonado, ambas de color amarillo con los códigos M2F y M7L. Aún permanezco a la espera de recibir las información correspondiente.  En la imagen una de ellas.



                 En nuestro deambular por los carriles hemos podido disfrutar de innumerables rebaño de Ciervos Cervus elaphus y una piara de Jabalíes Sus scrofa formado por la matriarca, tres primales y algunos rayones. 



                       También hemos localizado en la lejanía un nido de Águila real. Durante unos momentos lo hemos podido observar sobre la plataforma.  Desconocemos si el otro ejemplar se hallaba echado.


               
                Casi finalizando nuestra estancia y con una leve pero suficiente mejoría climatológica hemos bajado a la Vegeta del Fresno. Zona de grado “A” que por su importancia requiere la expresa autorización de la Delegación Provincial de Medio Ambiente de Córdoba. Aunque no hemos podido ver a la estrella del Parque Natural, el Lince Lynx pardina, si hemos disfrutado oyendo a un supuesto macho “maullando” de forma estremecedora a escasos metros sin llegar a conseguir visualizarlo.









Nido de Águila Real.

                    Con una bajada muy pronunciada vamos llegando hasta alcanzar el Río Yeguas el cual presenta una vista increíbles a lo largo de su recorrido.



                    En la zona hemos podido oír el impresionante reclamo del Águila imperial sobrevolando el fondo del valle.   A lo largo de la cordillera de las Sierras circundante nos encontramos los denominados “derrubios” provocados de forma natural por los deshielos. En otros casos a estas zonas desprovistas de vegetación se les llama "pedrizas" y son acúmulos de restos de las actividades extractivas.

La zona despoblada se denomina pedriza.
                 
                      Otros puntos de interés son el macizo llamado Puerto viejo o los distintos miradores donde se aprecian los valles y sierras.




                  
             En esta última imagen de izquierda a derecha, Javier Ruíz, María José, Inmaculada y JM Zapata.


                   Con esto finalizamos nuestra incursión en la zona quedándonos con un sabor agridulce por la climatología y con las ganas de regresar lo antes posible.

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