sábado, 19 de abril de 2014

Costeando en busca de "marinas"

                    Con un día cubierto y un viento de Levante nos hemos ido a la desembocadura del Río Guadalmesí. Allí permanecimos en su observatorio unas horas, hasta que el viento comenzó a arreciar y nos metimos más hacia el interior.  

                       Con la misma denominación que el río, podemos encontrar en el promontorio la llamada "Torre de Guadalmesí", mandada a construir  en 1577 por el director de fortificaciones bajo la expresa instrucción de Felipe II.

                       Las primeras imágenes de la mañana no hacían presagiar nada buena.



                              El motivo principal para tal arduo trabajo, no era ni mas ni menos que evitar que los enemigos pudiesen reportar el agua que manaba de la fuente que allí existía. Las embarcaciones que se aproximaban era repelidas impidiéndoles acceder a tan preciado elemento. 

                              No sabemos como sería la fuente de entonces pero en la actualidad y a pesar de la escasas lluvias sigue "brotando" por llamarlo de alguna manera.



                       Ya a media mañana el tiempo mejoró y las imágenes del Estrecho cambiaron.





                          Aunque con pocos pájaros, de los que merece la pena destacar el Cuervo pío, Corvus albus, Inmacula Fernández y yo pudimos disfrutar de este siempre magnífico espacio natural. 

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